viernes, 14 de enero de 2011

AFECCIONES PAISAJÍSTICAS Y FUTURO (I)


Sobre el concepto de Paisaje y sus componentes


Todos sabemos lo que es paisaje; no es necesario que definamos el concepto. No obstante si se nos formula la pregunta ¿qué entiendes por paisaje? ó ¿qué es el paisaje? encontraríamos respuestas diversas y probablemente muy incompletas sobre la riqueza que encierra el término paisaje. Ocurriría igual si intentamos definir lo que es un pájaro; ¿acaso una definición podría describir la majestuosidad de un vuelo, el sonido del trinar en un bosque, el zumbido de las alas?... A sabiendas que desmenuzar el concepto de paisaje es cometer un reduccionismo sobre el gran poder evocador que encierra y sobre la multitud de facetas y factores que lo adorna, me adentro en las líneas que siguen a describir algunos de sus componentes.

Hace más de veinte años encontré una definición de paisaje que me llamó poderosamente la atención: “Paisaje es la percepción de un territorio por parte de una persona”. Si nos fijamos en este concepto veremos que el paisaje como tal no existe si no hay una persona visionándolo, percibiéndolo. La percepción es la aprehensión intelectual y en este caso sería el acto del entendimiento por el que se capta el paisaje sin apenas reflexionar sobre él. Me sobrecoge pensar que sin personas no hay paisaje: solo territorio, rocas, agua, elementos antrópicos... Un pájaro es una realidad en sí misma, es un ser vivo con entidad propia, lo observe una persona o no. El paisaje existe en cuanto hay una persona contemplándolo. Se deduce también que hay tantos paisajes como personas lo admiran y contemplan. Un escenario único, nuestro querido Maestrazgo, tiene tantos paisajes como personas se paren a contemplarlo aunque sea en el mismo punto o mirador. Esta es la riqueza del paisaje y la nuestra propia que con nuestras capacidades intelectuales y emocionales creamos y recreamos el paisaje . Un mismo escenario nos produce emociones diferentes a lo largo del día, de las estaciones del año y de nuestra vida. Es imposible valorar y cuantificar objetivamente un paisaje aun cuando los estudios de Evaluación de Impacto Ambiental se empeñen en ello.

Componentes del paisaje

Tradicionalmente se dividen en componentes materiales, visuales y otros

Los componentes materiales o físicos constituyen la base sobre la que se va a dar un sistema de relaciones. Lo componen:

Gea, es decir la tierra o roquedo y el relieve y componentes fisiográficos

Agua (ríos, lagos y aguas subterráneas). Hay manifestaciones en el paisaje de las aguas subterráneas que suelen pasar desapercibidos como por ejemplo lagos y humedales (wetlands) alimentados por acuíferos, la presencia de manantiales, vegetación cuya presencia obedece a la proximidad del agua subterránea...

Cubierta vegetal referida a su aspecto fisionómico o estructural (con sus estratos herbáceo, arbustivo y arbóreo)

Elementos antrópicos. El hombre ha hecho de jardinero no retribuido desde su existencia y esto ha quedado grabado en el territorio: campos de cultivo, huertas, vías de comunicación, tendidos eléctricos, núcleos de población, embalses...

Los componentes visuales

Son la forma, color, textura, línea, escala y escena; atributos del paisaje que se refieren a la expresión visual objetiva del mismo. La forma viene dada por el volumen o figura de un objeto, su geometría, complejidad y orientación. Normalmente queda definida por su contorno. Hay formas redondeadas, suaves agudas, regulares, irregulares...

El color a su vez se define por su tinte (cálido ó frío), tono (claro u oscuro), brillo (mate ó brillante). Los colores diversifican el paisaje.

La manifestación visual de la relación entre luz y sombra es la textura.

La separación de colores, formas o texturas definen las líneas del paisaje.

La escala es la relación entre el tamaño de un objeto y el entorno donde se sitúa. Se establece por comparación subconsciente con objetos conocidos.

La escena o espacio engloba el conjunto de cualidades del paisaje determinados por la organización de los integrantes del paisaje y los espacios libres o vacíos de la escena.


Además -y tal vez por encima- de los componentes materiales y visuales de un paisaje, hay otros componentes como los acontecimientos históricos ocurridos, recuerdos familiares y personales anclados en el territorio, anécdotas que se quedan muy grabadas y selladas en el roquedo que las sustentó y que no aparecerán nunca en los cientos de fotos que quisiéramos tomar. Lo mismo ocurre con otros componentes muy importantes y sutiles del paisaje como el olor, los sonidos, la sensación de frescura, o calor, el majestuoso silencio...


Autor del Texto: Fermín Villarroya (Allepuz)

Autor de la ilustración: Juan Carlos Navarro

Colectivo Sollavientos

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