lunes, 14 de diciembre de 2009

¿Por qué un Parque Cultural en el Alto Alfambra?


Un título con dos cuestiones básicas, dónde y el qué, y una fundamental, ¿por qué? Intentaremos aclarar todas ellas lo mejor posible.
El dónde es el Alto Alfambra, el tramo de cabecera de este río —entre Gúdar y Galve— y su cuenca hidrográfica, con los afluentes Sollavientos, Seco y Penilla. La respuesta a qué es un Parque Cultural nos la da la Ley 12/1997: “un territorio que contiene elementos relevantes del patrimonio cultural, integrados en un marco físico de valor paisajístico y/o ecológico singular”.
En el Alto Alfambra podemos encontrar varios motivos que justifican la organización de un Parque Cultural: arquitectura, yacimientos arqueológicos y paleontológicos, naturaleza... y hay uno que aúna monumentalidad cultural y paisaje natural, el de los chopos cabeceros. Estamos empezando a abordar la cuestión central, ¿por qué?
Por la riqueza del Alto Alfambra, por la necesidad de ponerla en valor, porque viva, porque no se destruya. Por todo ello, el proyecto del Parque Cultural de los Chopos Cabeceros está engendrándose.
El chopo cabecero (Populus nigra L.), fruto del trabajo campesino mediante su poda periódica para la obtención de leña, forraje, vigas, etc., es un árbol que torna en monumental, y que agrupado en extensos bosques de ribera, adehesados y lineales, confiere carácter a nuestras altas vales. Es el caso del Alto Alfambra, donde se concentra la mayor masa de este tipo de chopos de Europa, distribuidos por las rieras, las ramblas, las acequias, las fuentes…
Es un patrimonio monumental, natural, cultural y paisajístico, pero es una riqueza herida de muerte por la falta de cuidados. Aunque el Alto Alfambra es uno de los pocos lugares donde aún se cuidan con cierta dedicación estos ejemplares, en el Manifiesto elaborado para la Primera Fiesta del Chopo Cabecero, celebrada en Aguilar del Alfambra, quedó claro que las masas de chopos de nuestra tierra necesitan que se reinstauren “sus cuidados” o “en pocas décadas desaparecerán de forma irremisible”.
Este Parque Cultural quiere ser una respuesta a ese llamado, y quiere serlo también para el resto del patrimonio de los pueblos del Alto Alfambra, del que los chopos serían el centro articulador, el mascarón de proa por su singularidad y por su magnitud.
También hay otra vocación de fondo y una metodología que se pretende sea marca diferencial. Como vocación última, ser una herramienta más con la que generar expectativas de futuro para pueblos que se resisten con uñas y dientes a morir, o a echarse a perder y terminar pereciendo en manos de cualquier saqueador de tres al cuarto.
Como metodología, la actividad, que no sea una figura pasiva que se da a conocer a quien lo quiera visitar, sino un lugar en el que se investigue, se gestione el patrimonio y se colabore con colectivos, empresas e instituciones. En definitiva, que la reinstauración de los cuidados de los chopos —y con ellos de todas nuestras riquezas— sea porque es necesaria no ya para la vieja sociedad campesina, imposible, sino para nosotros y nuestros descendientes.
Ivo Aragón
Plataforma Aguilar Natural

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